Sexto
Empírico: médico y filósofo griego, es uno de los más
importantes representantes del escepticismo pirroniano y fuente de la mayoría de datos
referentes a esta corriente filosófica.
No se sabe de dónde era originario, aunque vivió en Atenas, Alejandría y Roma. Recibió el
sobrenombre de «Empírico» por sus concepciones filosóficas pero, especialmente,
por su práctica médica. Sus escritos, muy influidos por los de Pirrón y Enesidemo,
están dirigidos en contra de la defensa dogmática de la
pretensión de conocer la verdad absoluta, tanto en la moral como en las ciencias.
En sus Esbozos
pirrónicos (Πυῤῥώνειοι ὑποτύπωσεις, Pyrrhōneioi hypotypōseis) define el escepticismo de la manera
siguiente: «El escepticismo es la facultad de oponer de todas las maneras
posibles los fenómenos y los noúmenos;
y de ahí llegamos, por el equilibrio de las cosas y de las razones opuestas (isostenía), primero a la suspensión
del juicio (epoché)
y, después, a la indiferencia (ataraxía)».
Defiende una posición relativista y fenomenista
desde una posición escéptica antimetafísica y empirista.
Según él, hay cosas, pero lo único que podemos saber y decir de ellas es de qué
manera nos afectan, no lo que son en sí mismas. No obstante, su epoché no es tan radical como la
de Pirrón. Defiende también una ética del sentido común y, aunque como
pirroniano acepta la indiferencia (adiaphora)
respecto de todas las soluciones morales, reivindica también la importancia de
lo empírico, razón por la cual defiende que la vida práctica debe regirse por
cuatro guías: la experiencia de la vida, las indicaciones que la naturaleza nos
da a través de los sentidos, las necesidades del cuerpo y las reglas de las
artes. Hace una crítica del silogismo, al que considera un círculo vicioso, y
pone en entredicho la noción de signo, especialmente tal como lo entendían los
estoicos. Critica la teología estoica señalando las contradicciones de la
noción estoica de divinidad. Para los estoicos todo cuanto existe es corpóreo,
por tanto, señala Sexto, también lo ha de ser la divinidad. Pero un cuerpo
puede ser simple o compuesto. Si es compuesto puede descomponerse y, por tanto,
es mortal. Si es simple, es uno de los elementos: tierra, aire, agua o fuego y,
entonces, es inerte e inanimado. De ahí se sigue que la divinidad, o bien es
mortal, o bien es inanimada, lo cual es, en ambos casos, absurdo. Además de
este argumento, Sexto Empírico atacaba la noción de divinidad apelando a otros
razonamientos. En todos ellos reforzaba la idea escéptica de la necesidad de la epoché o suspensión del juicio.
Además, atacó también la noción de causa.
Simón
el Zapatero: más conocido por el nombre de su oficio "el zapatero" (Atenas, siglo IV - III a. C.) fue
discípulo directo de Sócrates.
Biografia: Poco se
sabe de este oyente directo de las enseñanzas de Sócrates salvo de la mención que Dedica Diógenes Laercio en su conocida "Vidas y opiniones y sentencias de los
filósofos más ilustres". De profesión correero, Simón fue un
personaje ateniense del que cabe hacer mención especial por su costumbre de
apuntar mediante notas las conversaciones de naturaleza filosófica que tenía
con Sócrates en su taller mientras trabajaba el cuero. Así, su figura no es tan
importante por lo que dijo, que aunque pudo ser ingenioso no lo podemos llegar
a saber con precisión, como por ser considerado el primer oyente de Sócrates
que registró textualmente sus conversaciones y las esparció. También añade Laercio que Pericles le prometió una manutención y éste se
negó a aceptarla para sentirse libre. En la actualidad existen pocas
referencias y estudios sobre tan peculiar personaje.
Sinesio
de Cirene: fue un filósofo neoplatónico y clérigo griego, natural de la Pentápolis de Cirenaica, en la actual Libia. Rico aristócrata,
fue discípulo de la filósofa alejandrina Hipatia y amigo del patriarca de Alejandría, Teófilo. En 409 ó 410 fue elegido obispo de Ptolemaida, cargo que aceptó
con renuencia.
Sinesio pertenecía a una de las familias más
importantes de Cirene,
que se decía descendiente de uno de los compañeros de Heracles.1 Educado
inicialmente en la elocuencia, bebió de la tradición clásica a través de Aristóteles,Homero y Platón,
sintiéndose heredero de Dión Crisóstomo. También iniciado en las
ciencias, al ser Cirene patria de Teodoro y Eratóstenes,
fue un apasionado de la caza, las armas y los ejercicios ecuestres, entretenimientos
propios de la aristocracia tardorromana.
Antes del 395 Sinesio residió
durante tres o cuatro años en Alejandría.
Allí conoció a Hipatia, filósofa neoplatónica e
hija del matemático Teón,
convirtiéndose en su alumno y discípulo. Se formó en astronomía, matemáticas yneoplatonismo,
abarcando el amplio espectro que separa los extremos de la ciencia
aplicada y la metafísica.
Sócrates: fue
un filósofo clásico ateniense considerado como uno de los más grandes,
tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los
representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia.
Nació en la Antigua
Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C.,
la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua
Grecia. Fue hijo de Sofronisco —motivo
por el que en su juventud lo llamaban Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs Sōfronískou, ‘Sócrates hijo
de Sofronisco’)—, de profesión cantero, y de Fainarate,
comadrona, emparentados con Arístides el Justo.
Según Plutarco,
cuando Sócrates nació su padre recibió del oráculo el
consejo de dejar crecer a su hijo a su aire, sin oponerse a su voluntad ni
reprimirle sus impulsos.4 5 No
obstante, ni Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención del oráculo, lo
que hace pensar que pueda ser una tradición popular muy posterior.
Desde muy joven, llamó la atención de los que lo
rodeaban por la agudeza de sus razonamientos y
su facilidad de palabra, además de la fina ironía con
la que salpicaba sus tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de
Atenas, a quienes les preguntaba sobre su confianza en opiniones populares,
aunque muy a menudo él no les ofrecía ninguna enseñanza. Tuvo por maestro al
filósofo Arquelao quien lo introdujo en las
reflexiones sobre la física y la moral.
Sofista: "sabio",
es el nombre dado en la Grecia clásica,
de aquel que hacía profesión de enseñar la sabiduría. Sophós y Sophía en sus orígenes denotaban
una especial capacidad para realizar determinadas tareas como se refleja en la Ilíada (XV,
412). Más tarde se atribuiría a quien dispusiera de "inteligencia
práctica" y era un experto y sabio en un sentido genérico. Sería Eurípides quien
le añadiría un significado más preciso como "el arte práctico del buen
gobierno" (Eur. I.Á.749) y que fue usado para señalar las cualidades de
los Siete Sabios de Grecia. Sin embargo, al
transcurrir el tiempo hubo diferencias en cuanto al significado de sophós: por una parte, Esquilo denomina
así a los que dan utilidad a lo sabido, mientras que para otros es al
contrario, siéndolo quien conoce por naturaleza. A partir de este momento se
creará una corriente, que se aprecia ya en Píndaro,
que da un significado despectivo al término sophós asimilándolo a "charlatán".
Ya en la Odisea, Ulises es
calificado de sophón como
"ingenioso". Por el contrario, Eurípides llama a la sophía "listeza" y al sophón "sabiduría",
tratando con ello de diferenciar la intensidad y grado de conocimiento de las
cosas que tienen respectivamente los hombres y los dioses.
Teles
(filósofo): fue
un filósfo y profesor Cínico que vivió en Atenas y Megara. Es conocido por
escribir varios discursos (diatribas) que son los
documetos más antiguos que se conocen sobre la diatriba cinico-estoica, siete
fragmentos de los cuales fueron conservados por Estobeo.
Teodoro de Cirene: fue un filósofo y
matemático griego, nacido en Cirene (hoy
en día Shahhat, Libia), desarrollador de
la teoría de los números irracionales, que no debe confundirse con el filósofo cirenaicoTeodoro, el Ateo.
Alumno de Protágoras y
uno de los profesores de Teeteto y Platón,
vivió la mayor parte de su vida en Atenas,
donde tuvo contactos con Platón, quien le consagró su diálogo Teeteto (Teeteto
era discípulo de Teodoro), y Sócrates.
Trabajó en campos tan diversos como la filosofía,
la astronomía, la aritmética,
la música y
la educación.
Pitagórico,
creía que la alegría y el juicio eran la base para llegar a la felicidad.
Es conocido sobre todo por su trabajo matemático, donde probó la irracionalidad de las raíces de los
números enteros no cuadrados (2, 3, 5...) al menos hasta 17 a base del método
tradicional pitagórico de usar la reducción al absurdo y llegar a una
inconsistencia relacionada con pares e impares.1También
desarrolló la espiral que lleva su nombre usando el Teorema de Pitágoras y añadiendo
perpendicularmente a un segmento una unidad lo que forma triángulos cuyas
hipotenusas son las sucesivas raíces gráficamente.2 Falleció
en Cirene.
Teodoro, el Ateo: filósofo de la Escuela cirenaica,
discípulo de Aniceris.
Nació en Cirene y
allí fue discípulo del hedonista Arístipo.
Vivió en la segunda mitad del siglo IV a. de C. y se sabe que fue desterrado de Cirene, aunque
no constan las causas de esa expulsión. Por Plutarco sabemos
que se trasladó entonces a Atenas, donde se escapó por poco de ser juzgado por impiedad
como otro nuevo Sócrates ante el Areópago gracias
a la intercesión de Demetrio de Falero; estuvo allí presuntamente
entre el 317 y el 307 a. C.).
Expulsado al fin de Atenas, marchó a Egipto, quizá
el 307 a. C., a la caída de Demetrio. Ptolomeo I le
utilizó como embajador ante Lisímaco de Tracia, al que sin embargo ofendió
por la libertad de sus frases. Quizá más tarde marchó a Corinto.
Finalmente volvió a Cirene, donde vivió sus últimos años con un tal Mario, un
romano, según Diógenes Laercio, aunque podría tratarse de Magas,
el rey de esa ciudad. Ateneo dice que murió asesinado, pero eso podría ser un
error.
Fundó su propia rama dentro de la Escuela
cirenaica o hedonista.
Según el fundador de la misma, Arístipo,
el objetivo máximo de la vida humana es obtener la felicidad y evitar la
desgracia, una fruto de la prudencia y la otra de la idiotez; la prudencia y la
justicia eran buenas y todo lo que se le oponía doloroso. Era un cosmopolita,
como todos los helenísticos: negaba el nacionalismo y
afirmaba que todo el mundo era su patria, y que no había mal alguno en robar o
practicar el adulterio o el sacrilegio,[cita requerida] sino
que la condena de la opinión pública formaba previamente una restricción de la libertad.
Escribió una obra titulada Sobre
los dioses donde según Diógenes Laercio ampliaba el ateísmo incipiente
de Epicuro negando
la existencia de los dioses griegos, aunque la opinión de Laercio es que más
bien no creía en lo mismo que creía la gente corriente. Su discípulo Evémero explicará
que los dioses son en realidad hombres ilustres divinizados (véase Evemerismo).
La filósofa Hiparquía de Tracia, criticada por Teodoro, quien creía que la
filosofía no era algo apropiado para las mujeres, escribió en su contra un
libro titulado Cuestiones sobre
Teodoro, el Ateo.
Timeo: es un diálogo escrito por Platón en
torno al año 360 a. C. Precede al Critias o La Atlántida, y es considerado como
el más influyente en toda la filosofía y cienciaposteriores.
Su contenido profundiza esencialmente en tres problemas:
1. el cosmogónico, sobre el origen
del universo
3. y el antropológico,
sobre la naturaleza humana.
Los tres argumentos hallan correspondencia con
otras partes en las que es posible subdividir la obra, y a las que se les añade
el prólogo.
Zenón de Tarso: Filósofo estoico y
discípulo de Crisipo de Soli. Zenón estudió también con Diógenes de Babilonia y Antípatro de Tarso.
Sus puntos de vista sobre el Estoicismo son
desconocidos, pero él sucedió a Crisipo. A Zenón le sucedió por un tiempo
Diógenes, pero el tiempo de su enseñanza es desconocido.
Parece que aceptaba todas las doctrinas estoicas
excepto que el negaba la conflagración final del universo.
Zenón de Sidón: fue un filósofo epicúreo del Siglo
I a. C. y contemporáneo de Cicerón.
En su libro De Natura Deorum (1. 34),(Español: Sobre la Naturaleza de los dioses), Cicerón afirma
que Zenón desdeñaba a los otros filósofos, y que incluso llamaba a Sócrates "El bufón del Ática".
No obstante, Diógenes Laercio y Cicerón hablan de Zenón
con respeto, y le describen como un pensador brillante y preciso.
Zenón mantenía que la felicidad no consiste
solamente en el disfrute del presente y en la prosperidad económica, sino que
también residía en la esperanza razonable de su continuidad. Sus opiniones
merecieron que Posidonio les dedicara un tratado específico.
Originariamente parece que Zoilo era el nombre de
un gramático que había criticado a Homero severamente.
Varios autores griegos y romanos lo
citaron, aunque resta aclarar si los muy diversos detalles y acciones que se le
atribuyen pertenecen a una o varias personas realmente.
Las alegorías homéricas le imputan calumnias,
sacrilegios y lo tratan de vil esclavo universalmente aborrecido o despreciado:
este testimonio sería el más antiguo si fuera realmente de Heráclides Póntico, a quien se le han atribuido
las alegorías durante mucho tiempo, aunque erróneamente.
Los libros de retórica y crítica de Dionisio de Halicarnaso proveen
textos más autentificables en los que Zoilo no es tratado tan vejatoriamente.
En este caso se habla de él como alumno de Polícrates de Samos y con Anaxímenes como
discípulo, tomando a Lisias de modelo. Así figura entre los oradores de
segundo nivel, cuya elocuencia es muy estimada en la Atenas clásica.
Dionisio homenajea con moderación la imparcialidad de las apreciaciones de
Zoilo sobre los escritos de Platón.
Hace mención asimismo de su crítica a los poemas de Homero, pero sin
calificarla.
Estrabón1 le reprocha
en su Geografía a
Zoilo, ahora apodado por él Homeromastix (el
azote de Homero en griego), el haber trasladado el río Alfeo a la isla de Ténedos y
declara que tal desprecio es imperdonable para un hombre que se arroga el
derecho a juzgar la Odisea.
Noam
Chomsky: Es profesor emérito de
Lingüística en el Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT) y una de las figuras más destacadas de la lingüística del siglo XX,
gracias a sus trabajos en teoría lingüística y ciencia
cognitiva. Es, asimismo, reconocido por su activismo político,
caracterizado por una fuerte crítica del capitalismo contemporáneo
y de la política exterior de los Estados Unidos. Se ha definido políticamente a
sí mismo como un anarquista4 5 o socialista libertario.6 Ha
sido señalado por el New York
Times como "el más importante de los pensadores
contemporáneos".7
Propuso la gramática generativa, disciplina que situó
la sintaxis en
el centro de la investigación lingüística. Con esta cambió la perspectiva, los
programas y métodos de investigación en el estudio del lenguaje. Su lingüística
es una teoría de la adquisición individual del lenguaje e intenta ser una
explicación de las estructuras y principios más profundos del lenguaje. Postuló
un aspecto bien definido de innatismo a propósito de la adquisición del
lenguaje y la autonomía de la gramática (sobre los otros sistemas cognitivos),
así como la existencia de un «órgano del lenguaje» y de una gramática universal. Se opuso con dureza al empirismo filosófico
y científico y al funcionalismo, en favor del racionalismo cartesiano.
Todas estas ideas chocaban frontalmente con las sostenidas tradicionalmente por
las ciencias humanas, lo que concitó múltiples adhesiones, críticas y polémicas
que le han acabado convirtiendo en uno de los autores más citados.8
Destaca su contribución al establecimiento de las ciencias cognitivas a partir de su crítica
del conductismo de Skinner y de las gramáticas de
estados finitos, que puso en tela de juicio el método basado en el
comportamiento del estudio de la mente y el lenguaje que dominaba en los años
cincuenta. Su enfoque naturalista en el estudio del lenguaje ha influenciado la
filosofía del lenguaje y de la mente (ver a Harman y a Fodor).
Es el creador de la jerarquía de Chomsky, una clasificación de lenguajes formales de
gran importancia en teoría de la computación.
Es también conocido por su activismo político
y por sus críticas a la política exterior de EE.UU.
y de otros países, como Israel. Chomsky, que desvincula completamente su actividad
científica de su activismo político, se describe a sí mismo simpatizante del anarcosindicalismo (es miembro del sindicato IWW). Chomsky es
considerado una figura influyente en su país de origen y el mundo.
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